Conversaciones 9

-Amar es exponerse.
-Pero, ¿exponerse a qué?- se preguntó la escritora.
Y desde ese entonces vive al descubierto.

(Questa è l'idea...)

Pedro Salinas: Lo que eres

Gracias a Vir por el recomendado.

Lo que eres
me distrae de lo que dices.

Lanzas palabras veloces
empavesadas de risas,
invitándome
a ir donde ellas me llevan.
No te atiendo, no las sigo:
estoy mirando
los labios donde nacieron.

Miras de pronto a lo lejos.
Clavas la mirada allí,
no sé en qué y se te dispara
a buscarlo ya tu alma
afilada, de saeta.
Yo no miro a donde miras:
yo te estoy viendo mirar.

Y cuando deseas algo
no pienso en lo que tú quieres,
ni lo envidio: es lo de menos.
Lo quieres hoy, lo deseas;
mañana lo olvidarás
por una querencia nueva.
No. Te espero más allá
de los fines y los términos.

En lo que no ha de pasar
me quedo, en el puro acto
de tu deseo, queriéndote.
Y no quiero ya otra cosa
más que verte a ti querer.

Lo público, lo privado y lo íntimo

En la vida existen
cosas públicas,
cosas privadas
y cosas íntimas.

Público es lo que hablamos con alguien,
privado es lo que sentimos por alguien
e íntimo es lo que soñamos con alguien,
ese alguien que nos pinta y nos punza.

(Questa è l'idea...)

Lo importante, lo prioritario y lo urgente

En la vida existen
cosas importantes,
cosas prioritarias
y cosas urgentes.

Importante es amar a otros,
prioritario es amarse a uno mismo
y urgente es aprender a amar.

(Questa è l'idea...)

A la eterna.

La pequeña

Ayer pasé por la casa verde, la que tiene los tres árboles de almendro en la puerta. Afuera había una carreta llena de polvo y una pila de arena del lado derecho. En la casa había una mujer y una pareja de esposos ancianos atendiendo una ferretería, que es el negocio de la familia. Del lado izquierdo de la casa, había una niña pequeña que jugaba a los piratas en una montaña de piedras blancas. Usaba pantalones cortos de color azul, que dejaban ver sus sucias rodillas. La niña sudaba, tenía mucho calor. Su camiseta amarilla estaba mojada y teñida con el polvillo de las piedras. Ella se veía tranquila, feliz y llena de vida. Con su cabello corto y castaño, de piel tan blanca como el algodón, nariz chata y algunas pecas en el rostro. La saludé, me sonrió muy tímida y siguió jugando como si yo no estuviera ahí.

Hoy volví a pasar por la casa verde. La pequeña ya no jugaba afuera. La pequeña ya no estaba. La esperé, nunca volvió a salir. Pregunté por ella y me dijeron: "la pequeña ya tiene veintiún años y ahora vive muy lejos".

(Esa es la idea...)

En sus brazos, en los de ella

A la final, 
sólo en sus brazos 
puedo llorar, reír y ser libre.
Sólo en sus brazos 
encuentro la paz que necesito.
Sólo en sus brazos 
puedo ser yo misma.
Sólo en los brazos de ella
mi cabeza encuentra apoyo.
Ahora sus brazos
son mi refugio.
En sus brazos, en los de ella
encuentro respuestas a mis preguntas.
Sólo en sus brazos
la vida se hace más ligera
y mis problemas hallan salida. 

Gracias mamá, te abrazo.

(Esa es la idea...)