viernes, 22 de julio de 2016

Tu risa

By Pablo Neruda
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... Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí todas
las puertas de la vida...
Extraño verme en tus ojos,
descansar en tus brazos
y sentirme viva en tus besos.

Soneto XXII

By Étienne de La Boétie
Escritor y Magistrado de Burdeos. Fue el mejor amigo de Michel de Montaigne.
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Cuando miro tus ojos, los que me conquistaron,
veo en ellos escritas todas mis esperanzas;
veo el amor en ellos, que también me sonríe
y me muestra, sutil, la dicha que me guarda.

Pero cuando me atrevo a hablarte, en ocasiones,
entonces mi esperanza se consume y se seca,
y evitas que tus ojos, mi alimento, me digan, 
cruel, una palabra de aliento, una tan solo.

Si se vuelven tus ojos a mí, entonces, te digo:
son simplemente aquellos a los que me rendí.
¡Oh Dios! Se ha declarado en ti misma una guerra,

pues tu boca y tus ojos se niegan uno a otro.
Mejor será, mi dulce tormento, separarlos
y aceptar la promesa que tus ojos me dicen. 

Manos

By Luis Pérez Beltrán
Más que su apellido, llevo también sus genes, su fuerza, su amor, su juventud donada a mis inicios y su experiencia en mis planes a futuro. Te amo, pá. 
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Hoy vi manos,
manos que acarician, protegen y resguardan
manos que escriben, planean y hacen
manos que limpian, proyectan y sobreviven
manos que abren y cierran, entreabren y entrecierran
manos que cargan y descargan, reciben y acomodan
manos que aceleran y desaceleran, reciben y dan

Manos adustas y suaves,
manos golpeadoras y sanadoras,
manos benditas y malditas,
manos que roban y manos que donan
manos que aguantan y manos que avanzan
manos que señalan y manos que ignoran

Manos viejas y jóvenes, jóvenes y viejas!
manos fuertes y viejas, viejas y fuertes!
manos libres y atadas, atadas y libres!
manos enfermas y manos sanas
manos altaneras y manos humilladas
manos extendidas y manos dadivosas

Hoy vi manos, muchas manos, que ya no sé cuántas vi...
Seguro estaba la tuya, pero ya se me olvidó.

viernes, 8 de julio de 2016

Hay una luna

Hay una luna sonriente en el cielo 
que me hace pensar 
que siempre estás cerca,
incluso en los días que siento que no estás,
que me has echado al olvido...
Incluso en los días 
en los que no llamas,
en los que tu ausencia se hace notar...
Incluso en los días 
en los que te vuelves silencio 
y entonces te busco en las nubes...
Incluso en estos días,
hay una luna que me sonríe en el cielo.

(Esa es la idea...)

miércoles, 6 de julio de 2016

De la poesía

"¡Oh! maravilla: tenemos muchos más poetas que jueces y críticos de poesía. Es más fácil hacerla que conocerla. En un nivel bajo, puede juzgársela a partir de los preceptos y la habilidad. Pero la buena, la suprema, la divina, está por encima de las reglas y la razón. Quien contemple su belleza con mirada firme y serena no la ve, como no se ve el resplandor de un rayo. No intenta seducir nuestro juicio; lo rapta y destroza. La pasión que aguijonea a quien sabe penetrarla hiere incluso a un tercero al oírsela evocar o recitar; como el imán atrae no sólo una aguja, sino que infunde también en ella la facultad de atraer a las otras. Y se ve más claramente en los teatros, que la inspiración sagrada de las Musas, habiendo excitado primero al poeta hasta la cólera, el dolor, el odio, habiéndole llevado fuera de sí hasta donde ellas han querido, golpea aun a través del poeta y el actor consecutivamente a todo un pueblo. Es el ensartar de nuestras agujas, suspendidas una de otra. Desde mi primera infancia, la poesía ha actuado así, traspasándome y transportándome".

Fragmento: Ensayo "Del Joven Catón" Montaigne.

Sí, te extraño

"Si habito en tu memoria
no estaré solo". Benedetti
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Y sí, te extraño.
Te extraño tanto que ya no sé cómo decirlo
para que no te aburras de que te extrañe.
Te extraño desde aquel día
que decidiste irte sin dejarme,
desde aquel día
que te quedaste para siempre
sólo en mis recuerdos.

Sí, te extraño.
Te extraño tanto que ni siquiera quería decirlo,
ni escribirlo
tal vez para olvidar sentirlo.
Pero esta soledad que se lleva a cuestas
desde que ya no estás,
me empuja a recordarte,
me arrastra a la nostalgia de ya no verte,
de tenerte sin tenerte,
de tocarte sin sentirte.

Sí, amor. Te extraño.
Te extraño tanto que me duele,
me duele tanto que te escucho,
que te sueño cada noche
y me sabe amargo tu infinita ausencia.

Y sí, te extraño.
Te extraño tanto que ya no sé cómo decirlo,
o escribirlo, o sentirlo.
Ya no sé si es mejor echarte al olvido
o esperarte a que vuelvas
con los brazos abiertos
y los ojos llenos de mí.

(Esa es la idea...)

Pliegues

Cierro los ojos y veo tus pliegues: Los de la comisura de tu boca, los que unen tu brazo con tu antebrazo. Los de tu vientre, los que unen t...