Solo quería que me vieras.
Ese día me arreglé para ti, pero una vez más fui invisible.
Quise llamar tu atención y por eso realicé una llamada,
para ver si al escuchar mi voz darías media vuelta a ver qué sucedía.
Llegué a donde estabas con tus amigos,
conversé un rato con ellos, pero tú solo decidiste mirar a otro lado.
Me entretuve tanto hablando con ellos,
que olvidé que estaba tratando de llamar tu atención.
Y cuando miré hacia donde estabas, ya te habías ido... Oh! que tonta fui...
Una vez más te dejé ir...
Regresé a casa con el corazón destrozado,
una vez más lo hiciste,
una vez más me sentí ignorada.
Intento buscar refugio en mi amigo inerte
Y ahí estás... Está conectado!
Sonrío como una tonta y aunque sé que no contestarás, decido escribirte...
Lo sospechaba, no respondiste y no responderás...
Y continúo con esas ganas de saber de ti, con esa timidez absurda, con la esperanza de que tal vez me mires,
con la esperanza de que tal vez respondas.
Y sigue aquí ese masoquismo estúpido que no me permite alejarme de tu desprecio,
o de tu miedo?
Porque sí, a veces creo que tienes miedo.
Pero no sé si eso es solo otra de mis tontas ilusiones: Prefiero que sea solo miedo...
La verdad no sé qué estás pidiendo,
y tampoco sé qué pido yo...
Solo quiero dejar de ser invisible,
solo pido estar contigo.
L.Prz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario