Uno siempre tiene viejos libros a los que vuelve en algún momento.
Algunos están rayados por las marcas que dejamos en nuestro paso por ellos, otros desgastados por el tiempo, otros incompletos; pero siempre tendremos la certeza de que en ellos reposa la excelencia que conquistó nuestras almas alguna vez. Esa satisfacción, esa fascinación seguirá reflejándose en nuestros ojos.
(Esa es la idea...)
A la eterna amistad.
Laurita, en muchas ocasiones, son los libros, los que nos subrayan a nosotros.
ResponderEliminarBesos
Seguro que sí.
ResponderEliminarPasa con alguna frecuencia...
Besos.