lunes, 13 de septiembre de 2010

Noche Septembrina!

Hoy reencarno en el libertador y me apropio de su dolor,
del que sintió durante la conspiración que prepararon sus allegados.
Y hoy ustedes son mis allegados!
Tú, soledad que mi paciencia has desbordado
que a pesar de no ser 25, vas preparando tu estocada final.
Tú, destino, que no haces más que perseguirme,
que no haces más que sonreir ante la desaforada impotencia que me absorve...

Y tú. Sí, tú... que no haces más que escabullirte y te alzas en armas contra mí,
violando la seguridad de mi trinchera, y haciéndome huir de la realidad.
Trato de vencerte pero no puedo. Y la Manuela Saenz que me acompaña,
no hace más que gritar y rogarme que huya al puente para sanar mi alma enferma.

Salgo por la ventana del miedo y llego aquí, justo aquí
solo para implorar que no se vuelva a repetir,
a pedir que mañana la luna esté a mi favor,
y que esta noche septembrina pueda concluir con mi mano puesta en el sable.

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