
ni fecha, ni hora.
No hubo testigos
que sentenciaran
tu inoportuno aparecer.
No hubo viento
que arrastrara nubes negras,
no hubo juez
que declarara nulo tu proceder.
Y aunque este cielo
hoy te absuelve y te perdona
siendo ignorante
de lo que iba a acontecer,
hoy te declaro culpable
lluvia necia y traidora
por acabar con mi vida
y con el amor que un día,
con tanto esfuerzo y valentía,
pensó en un tiempo florecer.
(Esa es la idea...)
L.Prz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario