Antes de que te marches
te regalaré mis versos,
comeremos en mi lugar favorito
sandwich con jugo natural,
y nuevamente sentiré el dulce sabor de la fresa.
Luego nos reiremos
mientras disfrutamos un helado de avellana
que yo misma prepararé para ti.
Hablaremos de todo
caminaremos un largo trayecto
y no nos cansaremos,
y el tiempo se detendrá,
el tiempo no importará.
Al final la poesía nos unirá
a más de doce mil pies de altura,
porque ese es su don:
acercarnos a las personas que amamos,
y yo estaré como siempre
inmortalizándote en mis letras
y tú viviendo entre mis líneas.
(Esa es la idea...)
L.Prz!
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