Inspirado en "Album de fotos" de Darío Jaramillo.
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Barranquilla, enero 5 de 2009.
Ahí está. Me observa desde cerca
con su mano extendida para evitar lo inevitable:
su partida.
Ahora su rostro joven es algo divino
que el tiempo me robó,
que ya no está,
pero que sigue vivo
en mis más perturbadores sueños.
Barranquilla, enero 5 de 2009.
Las muchas lunas no han desbaratado esa imagen
que hoy hace parte de mi nada,
esa nada que se escurre entre mis dedos;
es su recuerdo hecho cenizas,
cenizas que se esparcen
en las hojas ya gastadas del cuaderno de poesías.
Barranquilla, enero 5 de 2009.
Se detuvo el reloj.
Y aparece nuevamente esa mirada,
su mano extendida y su figura cual fantasma
que me observa desde cerca;
pero esta vez prefiero darle muerte,
muerte entre estos versos.
Sigue andando el reloj.
(Esa es la idea...)
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Cinco de enero, cinco años después, cinco minutos leer cada verso, cinco cada línea, otros cinco releerlas.
ResponderEliminarMucho menos toma regresar adonde no se quiere salir.
Me gustó Pequeña y me queda un sabor que mejor te dejo en otro sitio.
Besos
Gracias Emma. Me alegro que te haya gustado.
ResponderEliminarDe mi parte, todos los abrazos que puedas precisar y percibir.
Besos.