La acción de escribir abre paso a la de inmortalizar.
Cuando escribimos, dejamos inmóvil en el tiempo
alegrías, tristezas, miradas, sueños y romances.
También dejamos fijas las fotografías, los viajes,
la palabra de un buen amigo y su abrazo sincero aún en la distancia.
Con las letras se inmortalizan la textura de la piel del amado
y las veces en que fuimos amantes.
Se inmortalizan silencios, instantes de soledad,
ideas brillantes y unas tantas absurdas.
La palabra, la letra, los dichos y decires
nos recuerdan lo vivido, nos hablan de una identidad,
son el reflejo de lo que somos, de lo que fuimos y de lo que queremos ser.
Las letras nos anclan en distintos puertos,
las letras nos llevan a conquistar nuevos mares.
(Questa é l'idea...)
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Yo ando con la verdad... ¡Aunque a veces me raye el cuero!
Empecé a leer y pensé en una fotografía.
ResponderEliminarEntonces apreció en la palabra numero 28
Me gustó Pequeña
Besos
Me alegra que te haya gustado, Emma.
ResponderEliminar¡Un abrazo grande!