Después de que tenía mucho tiempo sin hacerlo, quizás por falta de inspiración, o quizás porque no me habían pasado muchas cosas interesantes, he decidido volver a escribir.
Decidí hacer un alto en el camino, detenerme a pensar un poco, a reflexionar para aprender y darme cuenta que aún hay muchas cosas que desconozco, que existen un millón de terrenos sin explorar todavía.
Era solo un tiempo que necesitaba para "madurar", para crecer y explorar, para meditar un poco acerca de mi, de "mi" vida, de quién soy, qué quiero y para dónde voy. Necesitaba organizar algunas cosas que estaban un tanto fuera de control. Aquí estoy, volviendo a nacer, a respirar, a vivir. He resucitado y tengo muchas ganas de sentir y de amar, de vibrar con cada emoción y disfrutar al máximo todos y cada uno de los momentos felices y los de pruebas, porque entendí que el poder de Dios se perfecciona en mi debilidad!
Hoy quiero seguir aprendiendo, aprendiendo y aprendiendo. Y es justamente ahora cuando doy gracias a Dios por todas esas personas que me han enseñado tanto, por esos amigos que aún siguen conmigo, por los que han creído en mí, por los que ya no están...
Pero bendita sea la vida que nos permite aprender! y nos enseña con sus altibajos que no estamos solos, y además nos presenta a diario diversas situaciones, pero siempre (y como buena historieta) dejándonos una enseñanza, que está en nuestras manos si nos aferramos a ella o simplemente la desechamos.
Hoy digo y grito que vale la pena vivir, que más que un derecho es un deber, porque fuimos creados para eso, para vivir intensa-mente...
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