Fui valiente.
Me enfrenté al rechazo y a la enfermedad.
A esa mirada que dice "ya no se puede hacer nada".
Al miedo que da enfrentar tus propios miedos,
y a la sensación de que todo ha podido ser mejor.
Fui ágil.
Atravesé los puentes de las inseguridades,
corrí esquivando las barreras del ayer,
salté las lagunas de mi inconsciencia,
pisando las piedras de los fracasos.
Hoy me siento bien,
porque a pesar de que las palabras están cansadas,
las ideas no han dejado de fluir.
L.Prz!
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