Yo Escribo

Yo escribo...

De mi padre y de sus sueños, de sus consejos y de su gusto por las letras.

De mi madre y su amor incondicional, de sus anhelos, de su risa y sus dolencias; del amor eterno de ellos.

De mi pequeña hermana, de sus dibujos, de su ternura y de su mirada que ofrece complicidad.

De mi abuelo y su guitarra, cantando "pueblito viejo" para mí.

De los silencios de mi abuela, de sus manos laboriosas y del amor que se profesan aún en la vejez.

De los relajos de mis tíos y la alharaca de mis tías.

Yo escribo...

Del olor del café preparado en la vieja olla de mamá.

Del jabón azul en el lavadero de mi casa que siempre escojo para lavarme las manos.

De las mañanas soleadas de mi ciudad, de sus tardes grises y de las noches bajo la luz de la luna.

De las lluvias de abril, de las cometas en agosto, de las cartas de septiembre y de las brisas de diciembre.

De las artesanías en la plaza, de los árboles de mango que adornan Barranquilla.

Del mar de mi Costa Caribe y de andar descalza sobre la arena mojada.

Del parecido que tiene Colombia con la poesía, aunque ésta sea la poesía misma.

Yo escribo...

Del papel que me escucha y de la tinta que me entiende.

De lo simple y lo profundo, de lo que llena y fortalece.

De la fuerza que se imprime en cada reto, de esas mujeres valientes que luchan por sus hijos.

Del tiempo oportuno que suele abarcar siempre la poesía.

Del coraje que implica renunciar al pasado, a lo malo, a lo dañino, y aferrarse a la vida, al amor.

Del significado de un abrazo, de una palabra de aliento.

De decirle "NO" al egoísmo y de abrirle los brazos a la paz.

De hablar de lo que hacemos y de hacer lo que decimos.

Yo escribo...

De la gente buena, de los buenos amigos, de los grandes consejos, de las bellas palabras, del abrazo sincero y cálido.

Del té de las cinco y cuarenta y cinco, del capuchino en La Ganache, de los paseos por Cartagena.

De los viajes, de navegar, de disfrutar el paisaje, de detenerse a beber agua de coco y decir: "¡Esto es la vida!"

De la risa de los niños, del juego de fútbol por la tele, y de las tardes de cine llenas de alegría y crispeta.

Yo escribo...

De los amores imposibles,

De las amistades eternas.

Yo escribo...

Para abrazar a mis lectores y conquistar desconocidos.

Yo escribo...

Porque las letras bien trazadas alivian, construyen y refrescan.

Yo escribo, siempre escribo.

(Esa es la idea...)

L.Prz!