La Escritora

Diganle que la escritora le deja sus versos y aquellos manuscritos nunca publicados.

Diganle que la escritora le extraña, que no hace más que buscar la excusa perfecta para escribirle.

Diganle también que la escritora sólo escribe para recordarle, que la escritora quiere volver, que está dispuesta a intentarlo otra vez.

Y diganle que la escritora quiere saber si todavía es posible, si sigue siendo, si sigue estando.

Diganle que la escritora le piensa a diario y que busca canciones para dedicárselas, que le sueña, que anhela escuchar su voz una vez más.

Diganle, insístanle, en que la escritora sólo le interesa que lea sus letras, que el resto del mundo no le interesa cuando opina y aprecia sus obras.

Diganle que para la escritora sólo importa su opinión, la apreciación suya, así sea desde la clandestinidad.

Diganle que la escritora se desvela extrañándole, que le abraza en la oscuridad y que se siente impotente por no tenerle.

Diganle que la escritora se desprendió del halago, que no le importa la fama y que los aplausos no son suficientes ya.

Diganle que para la escritora es una pasión escribirle, que por favor lea sus cartas, que no la olvide nunca y que ojalá sonría siempre.

 

Y por último diganle que la escritora le deja sus ideas, su lápiz, su papel, su amor y un beso en la mejilla.

 

(Esa es la idea...)

L.Prz!