domingo, 2 de noviembre de 2014

Lo que quiero para ti

A ti, sólo a ti y a esa noche.
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Sí, quiero quererte bien. Porque, ¿sabes? Existe gente que quiere mal, pero yo quiero quererte bien, como mereces que te quieran siempre. 

Quizá habrán días que estaré lejos, o unos en los que simplemente no estaré para nadie. Habrán días en los que no podré contestarte el teléfono, y quizá algún día olvide tu fecha de cumpleaños... 
Sólo quiero que en esos días recuerdes que hay una persona en el mundo que cree en ti... ¡Yo creo en ti! Creo en todo el potencial que tienes, creo en todo lo que tienes para dar a otros. Creo en tu capacidad de construir, de crear, de proponer. Creo en tus buenas ideas, en tus sueños y en tus ojos. Creo en que puedes hacer todo lo que te propongas, creo en lo grande que eres y que serás. Sólo espero estar ahí un día para decirte: ¡lo lograste!

Quiero que la vida y el cielo te sonrían todos los días; que te rodees de gente que te valore, que te respete y que sean buen ejemplo para ti. Quiero que aprendas de cada tropiezo y que no te rindas nunca ante las adversidades. Quiero que te levantes en las mañanas pensando en ser mejor, que avances, que crezcas como persona, que triunfes. Quiero que le anotes goles a tus problemas y que seas excelente en todo lo que decidas hacer. Quiero que cuando te escuchen hablar se den cuenta que marcas la diferencia; que vean siempre tu seguridad al caminar por el mundo, donde nada te detiene. 

Quiero que encuentres a alguien que te ame sin reservas, que te ayude, que no sea un obstáculo para ti, sino que te impulse y que contribuya a la realización de tus sueños. Que ese alguien sea capaz de enamorarte todos los días de su vida, que sea capaz de mirarte a los ojos y de desearte el bien aún sin hablar. Quiero que ese alguien jamás te haga sufrir, que te sea fiel, que te cuide, que te proteja, que te abrace durante las tormentas y que te de la paz que necesitas para sonreír y ser feliz. Quiero que a ese alguien no le de vergüenza gritarle al mundo lo que siente por ti, y que no le importe que se le quiebre la voz mientras te habla bajito. Quiero que encuentres a alguien que te dedique canciones, que te escriba poemas, que no sea egoísta, que se entregue por completo a ti y que llore de alegría al saber que te tiene.

Por último quiero que seas feliz, que nada ni nadie te atormente, que sonrías siempre y que se te oculten los ojos. También quiero que sientas mis abrazos en el silencio, en la lejanía y en todos aquellos días en los que no me encuentres. Quiero que recuerdes este día en el que, con tu mano entre la mía, te miro a los ojos y sin miedo te digo que te quiero y que te deseo todo lo bueno de este mundo.

(Esa es la idea...) 

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